En su mas reciente libro Tiempos recios, Mario Vargas Llosa narra en la trama de la novela una historia de conspiraciones políticas e intereses encontrados durante la Guerra Fría, desarrollados en Guatemala.
El libro se centra en la narrativa de una supuesta injerencia de Rusia para imponer un pie de playa del comunismo en Guatemala desde fines de los años cuarentas hasta los secentas, después de la segunda guerra mundial.
Entre los personajes que intervienen en la narración esta un personaje llamado Sam Zemurray, ruso que había huido a Estados Unidos y que para 1948 había formado una gran empresa, casi monopólica, productora y comercializadora de bananas (United Fruit) con plantaciones en centro América. Se sintió amenazado por la proclamación de una democracia recién nacida en Guatemala, y que su presidente electo mediante elecciones libres, Juan José Arévalo, que proclamaba un "Socialismo Espiritual", permitiendo por primera vez la formación de sindicatos de trabajadores.
Zamurray contrató a Edward L. Bernays, experto en relaciones públicas, que había escrito un libro llamado Propaganda en 1928 para que cambiara la mala fama que tenía su empresa en los países de centro America donde trabajaban.
Bernays había escrito una frase en su libro que decía: "«La consciente e inteligente manipulación de los hábitos organizados y las opiniones de las masas es un elemento importante de la sociedad democrática. Quienes manipulan este desconocido mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder en nuestro país... La inteligente minoría necesita hacer uso continuo y sistemático de la propaganda». Tesis, que algunos críticos habían considerado la negación misma de la democracia.
Para mi, el desarrollo de las democracias, en Latinoamérica ha estado influenciada por la injerencia del capitalismo a ultranza que tuvo siempre la mano puesta en las democracias creadas en esta zona del mundo en su pretensión de instalar gobiernos que aseguraran la participación del capital extranjero garantizando la propiedad privada y el libre comercio. La democracia ha ayudado al mundo en la creación de mucha riqueza pero en alguna parte el capitalismo ha fallado en el propósito de combatir la pobreza mediante la redistribución de la creación de esa riqueza. Latinoamérica es el ejemplo palpable.
Estoy de acuerdo en que en esta novela apasionante, que conecta con la aclamada La Fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa funde la realidad con dos ficciones: la del narrador que libremente recrea personajes y situaciones, y la diseñada por aquellos que quisieron controlar la política y la economía de un continente manipulando su historia.
Vargas Llosa, Mario. Tiempos recios (Spanish Edition) . Penguin Random House Grupo Editorial España. Kindle Edition.
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