Las Zonas Azules, tramo 3

Las Zonas Azules. Lecciones para una larga vida, de la gente que más ha vivido.

Libro de Dan Buettner. Publicado por National Geographic.

Los Cerdeños.

Una de las zonas azules analizadas por este libro es la isla italiana de Cerdeña (Sardinia). En 1999 un médico especialista en estadística llamado Gianmi Pes presentó un estudio hecho durante cinco años donde trazó la historia de 1,000 cerdeños (Cerdeña, una de las dos mas grandes islas de Italia). El había notado curiosas concentraciones de hombres centenarios en la región montañosa de Barbagia, en una villa de 2,500 habitantes encontró siete centenarios. En USA es uno por cada 5,000.

Entre los estudiosos que han puesto atención está el Doctor belga Michel Poulain que ha dedicado 15 años al estudio de áreas de gente con larga vida en el mundo. Después de cuatro años de estudios, dice: Estos hombres parecen retener su vigor y vitalidad por mas tiempo que los hombres de cualquier otro lugar. En la mayoría de las áreas desarrolladas las mujeres centenarias sobrepasan a los hombres en cuatro a uno. Aquí la relación es uno a uno. Esta área de extrema longevidad esta localizada en una región montañosa que ha estado relativamente aislada hasta tiempos recientes.

Sus costumbres, dialectos y forma de interactuar no ha cambiado desde los tiempos de cristo. Sus gentes mantuvieron no solamente sus rasgos genéticos, sino también su aislamiento económico, sus valores sociales tradicionales, la importancia del clan familiar, y la presencia de leyes no escritas que probaron ser efectivas para evadir la influencia de la dominación de extranjeros por siglos.

 Una vez realizados estudios de los antecedentes genéticos concluyeron que estos no tenían un rol importante en la sobrevivencia de los cerdeños. Las características del medio ambiente, el estilo de vida y los alimentos son por mucho mas importantes para una vida saludable.

Respecto al ejercicio, dice que cada caminata de un ovejero cerdeño quema hasta 490 calorías por hora, que son equivalentes a una caminata de 120 minutos, 90 minutos de jardinería, o 120 minutos de golf (cargando la bolsa de los palos).

Dice que su plan era tener registros de una docena de centenarios. No fue problema porque en las tabernas, en lugar de posters de mujeres en bikini había fotos de “el centenario del mes”. Nosotros tocábamos la puerta, nos recibían e invariablemente éramos invitados a entrar.  La mayoría invertían su tiempo entre la cama y su silla favorita. Sus días pasaban entre comidas con sus familias y tal vez un paseo a ver a sus amigos. Como regla ellos trabajaron duro durante sus vidas, como granjeros o como ovejeros. Sus vidas fueron de rutinas diarias y estacionales. Crecieron en familias que ahora cuidan de ellos. Sus vidas fueron extraordinariamente ordinarias.

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